Un lugar en el Universo
Manfred Nolte
El archimillonario Warren Buffet, en una reciente entrevista a la cadena televisiva CNBC, se ha deshecho en elogios hacia el Banco de Inversión Goldman Sachs. “Es un negocio”-ha proferido-“fuerte y muy bien gestionado. Tiene un sitio en el universo”.
La exaltación de la entidad financiera estadounidense se ha producido en medio de una nueva ola de sorpresa e indignación al conocerse que, al hilo del debate sobre los problemas estructurales que aquejan a Grecia, las cifras de su deuda exterior fueron maquilladas en connivencia con el aludido intermediario.
Evidentemente existe un segmento de Banca que ha hecho de la ingeniería financiera y de las múltiples lagunas legales que pueblan el mapa bancario, su nicho de mercado, su ‘sitio en el universo’.
En una reciente investigación llevada a cabo separadamente por el semanario alemán ‘Der Spiegel’ y el rotativo americano ‘The New York Times’ se ha conocido que en 2.001 Goldman Sachs recurrió a la ‘contabilidad creativa’ para ayudar a Grecia a cumplir con los exigentes requisitos de entrada en la zona euro por medio de ‘permutas financieras’ (‘swaps’) estructuradas a ‘tipos ficticios’, en mercados ‘no transparentes’. Grecia rozó el listón, pero logro rebasarlo y formar parte del naciente club del euro. Se estima que los derivados poseían un valor nocional de 15 mil millones de dólares.
Otros países -Italia, Polonia, Bélgica y también el Reino Unido- recurrieron en esa época a derivados para falsificar su nivel real de deuda, y la gama de artilugios financieros pudo abarcar la titulización de ingresos futuros del sector público, el manejo de Instituciones cuyo endeudamiento no computa como deuda soberana, leasing y otros.
También ha trascendido que, en pleno debate sobre la viabilidad europea del país heleno, un grupo de Bancos y ‘Hedge Funds’ han utilizado ‘CDS’, el tipo de derivado que noqueó al gigante asegurador americano AIG, para apostar en favor de la eventualidad de un impago soberano por parte de Grecia, y a su estela en favor del desplome del euro.
Lo frustrante de estas conductas, que la Canciller Merkel ha calificado de ‘escandalosas’ es que, muy probablemente, y a expensas del resultado de las investigaciones oficiales abiertas,“Goldman Sachs ( y resto de operadores de análoga calaña) no hizo nada ilegal y los productos derivados que entraron en la operación están en total conformidad con las reglas y procedimientos permitidos por la ley estadounidense” como reza el comunicado que el propio Banco americano dirigió a la opinión publica.
Pero una cosa es el malabarismo financiero y otra bien distinta circunvalar las normas de Maastricht que discriminaban primero y penalizaban después, a los países incumplidores del ‘Pacto de Estabilidad’. A pesar de no ser seguro que se haya violado la ley, es patente que se ha atropellado el espíritu del Tratado de la Unión Europea y ello debería preocupar seriamente a reguladores y agencias estadísticas.
Esta política de medias verdades y de constante flirteo con la divisoria de la normativa ha enmarcado a gran parte de los productos llamados ‘innovadores’ de la época precrisis y siguen constituyendo una grave amenaza sistémica. Patrick Dillon y Carl Cannon de la Universidad de Pittsburgh acaban de publicar ‘El circulo de la codicia’, un estudio que nos introduce magistralmente en el uso de las lagunas jurídicas, con las que el protagonista realiza una fantástica construcción de ‘procedimientos monstruosos’ y que nos parece aplicable a este sector oscuro de las finanzas.
Hablemos de la recuperación bancaria americana. Con Goldman, un buen número de Bancos ha vuelto a los beneficios, básicamente a través de operaciones especulativas en divisas, materias primas, bolsa o derivados, con ayuda de sus Hedge Funds, Sociedades de capital de riesgo y otros canales de pobre o nula regulación.
¿Fue ese el objetivo del rescate bancario? ¿No se apoyó a la gran banca para que diera préstamos a la ciudadanía? Pero los datos USA y del Banco Central Europeo muestran una inexistente reactivación del crédito. Mientras tanto ¿dónde está la tan traída y llevada reforma bancaria? Una regeneración conceptual en senda de reducción del riesgo, protección del consumidor, incremento de la transparencia y apoyo de los productos de eficiencia social.
Tras esta refinada profesión de pillos y truhanes de casino está en juego la honorabilidad del sistema, si es que ello importa a alguien. Máxime cuando, como advertía La Rochefoucauld: “Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos ante los demás que al final nos disfrazamos ante nosotros mismos”.
Y nada existe más reprobable e irreversible que un malhechor deliberadamente inconsciente, parapetado en los pliegues recónditos y sibilinos de la legalidad.
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