El título de esta columna corresponde al del blog de Jorge Serrano Paradinas, y constituye un ingenioso baile de palabras sobre el de la obra antológica del padre de la economía política, Adam Smith. Se justifica por el caudal creativo y resultados insospechados que el azar y las circunstancias pueden acarrear. O sea, el distinto puerto al que arriban algunas paradojas emblemáticas. Relataremos dos de ellas, separadas por un intervalo de dos centurias.
1.-James Tobin no es el creador de la ‘tasa Tobin’. No en su versión actual, la que ha conmovido los cimientos de la ‘city’ londinense y ha forzado a David Cameron el pasado 9 de diciembre a lanzar al Consejo europeo un órdago (fallido) sin precedentes y a bloquear el consenso del nuevo pacto fiscal.Veamos. Con la proclamación en 1971 de la inconvertibilidad en oro del dólar USA, los mercados de divisas se vieron sometidos a volatilidades sin precedentes. Tobin propone un impuesto sobre las transacciones en divisas, con el objetivo de desincentivar los movimientos especulativos y restaurar el equilibrio perdido. La idea quedó congelada durante más de 20 años hasta que diversas iniciativas de la sociedad civil descubrieron en la exacción fiscal una formidable fuente de recursos que se aplicaría a las necesidades de los países más vulnerables del planeta. En 2011, un proyecto de directiva comunitaria europea se apropia de la idea y plantea financiar sus propios presupuestos con las rentas del impuesto. La ‘tasa Tobin’ se crece y muta su objetivo desde uno estabilizante a otro recaudatorio.Tobin no se reconoce y puntualiza que, mientras su propuesta original tenía como única meta frenar el tráfico de divisas, los movimientos civiles habían enfatizado el aspecto de la renta generada con los impuestos “con la que quieren financiar sus proyectos para mejorar el mundo”. La tasa Tobin ni siquiera se menciona por la Academia Sueca de las Ciencias en el otorgamiento del Nobel. Tampoco aparece en la autobiografía del economista. Pero David Cameron se arredra ante en su potencialidad. No duda de que el impuesto es viable. El 9 de Diciembre el primer ministro británico lanza un ultimátum a sus colegas del Consejo europeo: o se blinda a la ‘city’ contra la tasa Tobin o el Reino Unido no firmará el nuevo pacto fiscal. El edificio europeo se tambalea.
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Nuevamente, Manfred, dejas en evidencia la "leyenda negra" de Adam Smith.
ResponderEliminarNuestro presbiteriano escocés que fiel, a su puritanismo religioso, puso los cimientos morales de la economía moderna