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viernes, 10 de agosto de 2012
BCE: Boletín de Agosto de 2012
El informe mensual del BCE incluye en su análisis sobre la situación en la Eurozona un anexo titulado: ‘Los procesos de ajuste en la zona euro: progresos en Irlanda, Grecia, España, Chipre y Portugal’ (Página 63 del informe anexo). En su último epígrafe, ‘Necesidad de reformas estructurales y fiscales adicionales’, la entidad esboza una serie de medidas para “aumentar la competitividad global, reducir el desempleo y restaurar la sostenibilidad de las finanzas públicas”.
Necesidad de reformas estructurales y fiscales adicionales(Pag.63 y ss del Informe)
Dado que la necesidad de reequilibrio todavía es considerable, todos los países tendrán que adicionales de gran calado e introducir medidas adecuadas para aumentar la competitividad vía precios y la competitividad no precio, reducir el desempleo y restablecer la sostenibilidad de las finanzas públicas. En cuanto a la competitividad, habida cuenta de su bajo nivel, es especialmente urgente aplicar sustanciales recortes adicionales de los costes laborales unitarios y de los márgenes de beneficio excesivos, sobre todo en países con niveles de desempleo muy elevados. Para conseguir esto, en primer lugar se ha de aumentar la flexibilidad del proceso de determinación de salarios, cuando sea necesario, por ejemplo mediante la relajación de la legislación de protección del empleo, la supresión de los mecanismos de indiciación salarial, la reducción de los salarios mínimos, y permitiendo la negociación salarial a nivel de empresas. En segundo lugar, el ajuste de la competitividad debe reforzarse a través de incrementos permanentes de la productividad del trabajo, por ejemplo mediante la privatización, la innovación de los procesos y el desarrollo de nuevos productos, la aplicación de medidas para mejorar la cualificación de la población activa y la puesta en marcha de iniciativas para crear un entorno empresarial más favorable. Todo ello exige la adopción de políticas audaces en relación con las reformas estructurales (por ejemplo, la liberalización de profesiones cerradas y de la inmigración, una reorientación del gasto hacia la educación y la investigación y el desarrollo, y reformas en áreas clave, como la modificación de los marcos judiciales y regulatorios para impulsar un entorno de negocios más favorable) y valentía ante las presiones de grupos privilegiados y de intereses creados.
Los márgenes de beneficio excesivos son especialmente predominantes en sectores orientados al mercado interno (fundamentalmente, los servicios). Las reformas estructurales pueden hacer frente al problema de las rentas excesivas eliminando los obstáculos a la competencia (internacional), en particular en las profesiones protegidas, por ejemplo mediante la reducción de las barreras de entrada para nuevas empresas y, más en general, de los trámites administrativos.
En el ámbito fiscal, sigue siendo esencial velar por la estricta observancia de los procesos de consolidación fiscal acordados, con el fin de poder aprovechar los beneficios de los esfuerzos de saneamiento realizados hasta ahora y anclar de manera creíble las expectativas de los mercados financieros.
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