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domingo, 25 de septiembre de 2016

BANALIZAR LOS JUICIOS ECONOMICOS

2 comentarios:

  1. Pocas cosas son exactas en este mundo de los humanos. La economía es exacta o menos exacta depende cómo se mira y qué entendemos por economía (que parece ser un concepto muy amplio según las definiciones que dan los diccionarios y enciclopedias)Hay principios básicos que se aplican tanto a escala empresarial e industrial como simplemente al hogar de cada familia. En economía hay también factores especulativos, como la bolsa de valores: los analistas explican cada día en los periódicos por qué la bolsa baja o sube pero más difícil es predecir en base a lo ocurrido, por ser los cambios muchas veces artificiales y no naturales. Por ejemplo el cambio de valor de una empresa en bolsa que cambia de un día para otro y no corresponde al valor real de esta empresa. La economía real de una empresa no varía de un día para otro.
    En tanto que la economía depende de la especulación o está influenciada por decisiones impredecibles de los individuos, no puede ser exacta, en el sentido de las ciencias exactas (se puede predecir exactamente como transcurrirá una reacción química, un fenómeno físico). Aunque las ciencias exactas, que tampoco lo son estrictamente según lo afirmaba el propio Einstein sobre las matemáticas, lo son si se pueden probar con el experimento. Por ejemplo el Big Bang es una teoría establecida a partir de los conocimientos del universo que tienen los astrofísicos hoy. Pero no lo pueden probar con certeza porque no lo han vivido y no lo pueden reproducir con el experimento.

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  2. Querido amigo, no hay duda de que la economía no es una ciencia exacta. Lo que yo intentaba transmitir es que hay una larga serie histórica de doctrinas económicas, organizada y coherente, dentro de su limitación (no exacta o apodíctica), que marca el acervo de lo que llamamos el conocimiento económico. Con limitaciones su eficacia está probada. Lamentablemente uno se encuentra con enorme frecuencia comentarios económicos categóricos con muy escaso fundamento lógico y con ninguna fundamentación en una raíz historio-económica seria. Esa proliferación de sabiondos produce desanimo porque la gente en esta sociedad pone mucho énfasis en hablar y poco en escuchar. Menos aun para escuchar a un economista. Un saludo cordial.

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